Hola amigos… hoy quiero compartir esta noticia que
me ha llamado la atención.
me ha llamado la atención.
La gente del pueblo vuelve a trabajar junta, con el
ganchillo por medio, para embellecer su pueblo, ya que las autoridades
municipales no lo hacen. Esto ocurre en un pueblo de Bizkaia, en el País Vasco
(España).
ganchillo por medio, para embellecer su pueblo, ya que las autoridades
municipales no lo hacen. Esto ocurre en un pueblo de Bizkaia, en el País Vasco
(España).
El Yarn Bombing en acción!!!!!!
Os dejo el artículo para que conozcáis la historia…
y menuda historia!!!
y menuda historia!!!
Mujeres se lanzan a la guerra del ganchillo para dar
vida a Aramotz
vida a Aramotz
Aspecto que lucen los árboles decorados a ganchillo por las
mujeres./ E.C.
mujeres./ E.C.
Sus vistosas obras de arte dan color a los árboles de
uno de los barrios más antiguos de Durango
uno de los barrios más antiguos de Durango
Marta, Amaia, Itxaso,
Conchi, Juanita, María, Pepi o María Antonia. Sus manos han sido las
protagonistas de la última iniciativa llevada a cabo en el barrio Aramotz de
Durango que desde hace un mes está sumergido en una oleada de reivindicaciones.
Exigen un lavado de cara al barrio que le aparte del «abandono» en el que dicen
vivir. Además de organizarse en grupos para limpiar zarzales y malezas, una
veintena de mujeres engalanaron lo han engalanado con piezas de ganchillo y
punto de colores. La iniciativa, conocida como la «guerrilla del ganchillo» o
Yarn Bombing, no es nueva. Atxondo vistió las calles hace tres años y las lanas
de colores han cubierto mobiliario y árboles de las principales capitales de
todo el mundo.«Queremos dar calor, color y vida al barrio», afirma Marta. Tanto
ella como el resto de mujeres llevan un mes tricotando. En su caso tuvo que
hacer un ejercicio de memoria y quitarle el polvo a sus agujas. «Bajábamos a la
calle, nos juntábamos, cosíamos y hablábamos». Las ganas e ilusión por ver sus
calles «revitalizadas» ha logrado unir aún más a uno de los barrios más
antiguos y reivindicativos de la villa. Los más pequeños incluso han vestido
los árboles con sus trabajos y con pompones de colores. Y hasta han creado una
mascota con troncos y ramas desechadas de los desbroces que han llevado a cabo
los propios vecinos. «Una especie de cabra o reno» que también ha sido vestida
a ganchillo.
Conchi, Juanita, María, Pepi o María Antonia. Sus manos han sido las
protagonistas de la última iniciativa llevada a cabo en el barrio Aramotz de
Durango que desde hace un mes está sumergido en una oleada de reivindicaciones.
Exigen un lavado de cara al barrio que le aparte del «abandono» en el que dicen
vivir. Además de organizarse en grupos para limpiar zarzales y malezas, una
veintena de mujeres engalanaron lo han engalanado con piezas de ganchillo y
punto de colores. La iniciativa, conocida como la «guerrilla del ganchillo» o
Yarn Bombing, no es nueva. Atxondo vistió las calles hace tres años y las lanas
de colores han cubierto mobiliario y árboles de las principales capitales de
todo el mundo.«Queremos dar calor, color y vida al barrio», afirma Marta. Tanto
ella como el resto de mujeres llevan un mes tricotando. En su caso tuvo que
hacer un ejercicio de memoria y quitarle el polvo a sus agujas. «Bajábamos a la
calle, nos juntábamos, cosíamos y hablábamos». Las ganas e ilusión por ver sus
calles «revitalizadas» ha logrado unir aún más a uno de los barrios más
antiguos y reivindicativos de la villa. Los más pequeños incluso han vestido
los árboles con sus trabajos y con pompones de colores. Y hasta han creado una
mascota con troncos y ramas desechadas de los desbroces que han llevado a cabo
los propios vecinos. «Una especie de cabra o reno» que también ha sido vestida
a ganchillo.
Columpios para los
niños
niños
«Lo más bonito de todo ha sido el ambiente de unidad y
armonía que se está viendo de nuevo en el barrio, salir los vecinos a la calle
y juntarnos mayores y jóvenes». Y es que hasta las octogenarias han contribuido
preparando el lunch que puso la guinda a una jornada en la que no solo se
decoraron cerca de una decena de árboles sino que se procedió al desbroce de
otra zona del barrio conocido como El Matadero. «Cada uno aportamos un grano de
arena»,que está sirviendo para revivir el espíritu del barrio que llegó incluso
a acabar con el vertedero que se ubicaba a escasos metros de sus viviendas.
armonía que se está viendo de nuevo en el barrio, salir los vecinos a la calle
y juntarnos mayores y jóvenes». Y es que hasta las octogenarias han contribuido
preparando el lunch que puso la guinda a una jornada en la que no solo se
decoraron cerca de una decena de árboles sino que se procedió al desbroce de
otra zona del barrio conocido como El Matadero. «Cada uno aportamos un grano de
arena»,que está sirviendo para revivir el espíritu del barrio que llegó incluso
a acabar con el vertedero que se ubicaba a escasos metros de sus viviendas.
Aseguran que durante estos trabajos comunitarios han
descubierto que tienen «ganas de luchar por el barrio» y crear un espacio «con
luz y calor». Por eso, su lucha no se quedará en esta acción. Tienen pensado
revestir los árboles del interior del barrio. Y en el punto de mira está la
reivindicación de un parque con columpios. «Aquí tenemos muchas zonas verdes
pero parece que las campas solo sirven para que los perros hagan sus
necesidades, mientras que nuestro hijos no tienen ni un solo espacio para poder
jugar», se quejan.
descubierto que tienen «ganas de luchar por el barrio» y crear un espacio «con
luz y calor». Por eso, su lucha no se quedará en esta acción. Tienen pensado
revestir los árboles del interior del barrio. Y en el punto de mira está la
reivindicación de un parque con columpios. «Aquí tenemos muchas zonas verdes
pero parece que las campas solo sirven para que los perros hagan sus
necesidades, mientras que nuestro hijos no tienen ni un solo espacio para poder
jugar», se quejan.
Además, piden una fuente y que el bidegorri (Carril Bici),
que concluye a escasos metros del barrio llegue por fin hasta allí y se integre
en la red y por tanto en Durango.
que concluye a escasos metros del barrio llegue por fin hasta allí y se integre
en la red y por tanto en Durango.